sábado, 12 de octubre de 2013

Matrimonios jóvenes: Petición para tener hijos.

Como Sacerdote en diversos momentos he encontrado a matrimonios con distintas dificultades, algunas de estas normales en todo proceso de crecimiento y maduración familiar, otras dificultades por el contrario no están en sus expectativas, como el hecho de no poner engendrar un bebé.

La vida es un don, y la vida de un niño es un gran tesoro y bendición para una pareja. Por ello mi corazón sacerdotal se siente muy intranquilo cuando no encuentro palabras suficientes para animar desde la fe y la esperanza a estas jóvenes parejas que no logran tener bebés. 

Estas parejas jóvenes están abiertas al don de la vida, ellas desean mostrar su amor a la sociedad por medio de los hijos, ellas quieren construir la civilización del amor y ser unas familias santas. Luego ¿cómo ayudarles? ¿qué decirles? ¿cómo mostrarnos cercanos? Estas preguntas y estas respuestas llevo meses dándole vueltas a la cabeza.

La petición del “don de una nueva vida” es una gracia muy especial, Dios quiere seguir bendiciendo a cada familia, y por ello no se contradice.

La oración de petición nos debe llevar a conocer y aceptar la voluntad divina: sea por medio de la llegada de un bebé al hogar, sea facilitando los medios para una adopción, sea aceptando la voluntad de Dios en cuanto no lleguen bebés al hogar y que se nos dé la fuerza de encontrar un apostolado para tener hijos espirituales (como es el caso de los matrimonios que imparten catequesis).

La Santísima Virgen de Guadalupe es la Patrona de los Embarazos, sea para que estos lleguen, sea para que el bebé nazca bien. Su fiesta se celebra el 12 de diciembre, y la festejamos como Madre y Emperatriz del Continente de América, así lo dispusieron los Obispos de América al inicio del año 2000 en un sínodo delante de S.S. Juan Pablo II.

En honor a la Virgen de Guadalupe invito a las parejas que desean tener hijos a rezar durante 9 meses, los días 12 de cada mes:
  • El Santo Rosario
  • Confesarse en ese día
  • Asistir a Misa y comulgar
  • Como pareja pedir la gracia particular, a Cristo-Eucaristía y a la Virgen de Guadalupe, de permitirles tener un bebé y de aceptar con todo el corazón la voluntad santísima de Dios

Esta oración no deseo que sea una “Novena” más, deseo que sea un periodo de conversión y de transformación para la pareja. Que durante 9 meses el matrimonio crezca en su vida espiritual, en su diálogo común, y en el conocimiento biológico de sus personas (por medio de consultas con médicos especializados en el tema).

Siendo una intención muy especial considero que no bastan 9 días de oración, sino 9 meses de oración. Escogí 9 meses pues es el tiempo que tarda un bebé en nacer. Por ello invito al mayor número de personas a que se agreguen a esta oración: rezar el santo rosario los días 12 de cada mes

Acompañemos con nuestra oración, sacrificios y ayunos a estos hermanos nuestros que sufren al no poder ver incrementado su hogar con la llegada de un bebé. Cuento con sus oraciones mensuales!!!

S.S. Juan Pablo II afirmaba constantemente "Familia que reza unida, permanece unida". Estoy convencido de que la Virgen de Guadalupe intercederá por esta bella petición ante su hijo Jesucristo, más aún cuanto es algo hermoso: el don de una nueva vida.

Por mi parte me comprometo, como sacerdote:
  • A ofrecer mi santa Misa, los 12 de cada mes, por estos matrimonios jóvenes para que tengan bebés y para que sepan aceptar la voluntad de Dios
  • A rezar mi Rosario ese día por ellos
  • A cumplir ese día en ayuno y oración por dicha intención
  • A promover entre amigos, conocidos y sacerdotes esta “Novena mensual"
Les pregunto:
  • ¿Quiénes de ustedes pueden ofrecer su rezo del Rosario por esta intención los días 12 de cada mes?
  • ¿Estarías dispuesto a hacer otro tipo de oración por dicha intención?
  • ¿Puedes ofrecer el abstenerte de un alimento, de una diversión, u hacer otro sacrificio en beneficio de estas parejas jóvenes?
Les comparto tres testimonios de parejas que se encomendaron a la Virgen Santísima:

1. Mamá mexicana: “Tu sabes que a nosotros después de 5 años de espera la Virgen de Guadalupe nos entregó a Ale en la Basílica. Te acompañaré con el Rosario cada día 12 por esas mamás. Un abrazote” (María Eugenia Cobos)

2. Desde Venezuela: “Este es el mejor método para tener bebe. La Virgen nunca falla en el pedido a su hijo y el como buen hijo la complace” (Guiomar María Bereciartu) Los primeros años de su matrimonio los hijos no llegaban. Hizo una peregrinación al santuario mariano de la “Virgen de Coromoto” y ahí le ofreció a la Virgen el consagrar a sus hijos. Actualmente tiene 2 hijos varones seminaristas en la Congregación de los Legionarios de Cristo.

3. Mamá mexicana, madre de una niña de 7 años: “En mi experiencia así lo fue, después de esperar años y ver a infinidad de especialistas, se lo pedí a la Virgen de Guadalupe y me lo concedió, cuando médicamente no era posible” (Mary Tere Rodriguez)

A nivel médico:
Invito también a estas parejas a que pidan por sus doctores y especialistas, a fin de que ellos puedan también encontrar los indicios o dificultades para poder quedar embarazadas.

La Iglesia está a favor de las terapias y cirugías a favor del embarazo: corregir los trompas de Falopio, vitaminas para irregularidad en la progesterona o en la velocidad del esperma, mover el óvulo para que pueda ser fecundado, acercar el esperma –por medio de tubos– a la zona vaginal (esperma que es recogido después del acto conyugal).

Las terapias de fecundación deben ayudar a completar el acto conyugal, y por lo tanto la ciencia no debe sustituir el acto conyugal. Esto puede ser tema de otro blog, pero basta tener claro cuál es el principio que la Iglesia nos propone.

Les agradezco sus atenciones y le mando mi bendición y la seguridad de mis oraciones.

Si deseas que te agregue en mi Misa de los días 12: anota en el comentario del blog el nombre de la pareja, dejo a tu discreción si deseas escribir el apellido, en la economía de la salvación Dios sabe quiénes somos nosotros

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Oración por los Esposos

IntenciónPara que su amor sea entrega y don, a imagen y de Cristo y de la Iglesia.

Señor, Padre santo, Dios omnipotente y eterno, te damos gracias y bendecimos tu santo Nombre: tú has creado al hombre y a la mujer para que el uno sea para el otro ayuda y apoyo. Acuérdate hoy de nosotros. Protégenos y concédenos que nuestro amor sea entrega y don, a imagen de Cristo y de la Iglesia. Ilumínanos y fortalécenos en la tarea de la formación de nuestros hijos, para que sean auténticos cristianos y constructores esforzados de la ciudad terrena. Haz que vivamos juntos largo tiempo, en alegría y paz, para que nuestros corazones puedan elevar siempre hacia ti, por medio de tu Hijo en el Espíritu Santo, la alabanza y la acción de gracias. Amén.

Análisis de la oración.
Es una oración que va dirigida a Dios Padre, pero que al mismo tiempo pide que los miembros de la familia se configuren con Jesucristo, y se pide luz, al Espíritu Santo, para poder formar a los propios hijos. De ahí concluimos que es una oración integral, pues va ofrecida a la Santísima Trinidad.

·         Inicia con una acción de gracias.
o    Es necesario que la pareja reconozca la presencia de Dios y las gracias que continuamente reciben de parte de Dios.
o    Esto lleva a bendecir y a honrar el nombre de Dios
o    Para finalmente, desde la esperanza, darse cuenta que sí es posible perseverar en la vida matrimonial sabiendo que este sacramento forma parte del pensamiento de Dios desde los orígenes de la creación, y
o    que por lo tanto la pareja debe ser ayuda y apoyo entre sí.

·         Petición 1: permanecer y crecer en el AMOR.
o    Está claro que si una pareja decide casarse y compartir su vida es porque se aman, pero por otra parte es necesario que este amor permanezca con el tiempo. Para ello no basta el esfuerzo humano (que desde luego es indispensable) sino que es necesaria la petición a Dios de permanecer en el amor.
o    Tres son los verbos que usa esta oración para pedir el crecimiento y la perseverancia en el amor: “Acuérdate, protégenos y concédenos”. Los esposos por lo tanto piden a Dios en su oración que los tenga presentes, que los proteja en el amor y que:
o    Su amor sea de “entrega y de amor” como lo vivió Cristo con su Iglesia.

·         Petición 2: hacia los hijos.
o    Como padres de familia tienen una preocupación real hacia sus hijos.
o    En esta oración la pareja pide “luz” y “fortaleza” para poder formar cristianamente a sus hijos.
o    Hermosa es esta petición, pues piden a Dios Padre que les enseñe a formar a sus hijos según su propio querer encontrando la voluntad de Dios para ellos.
o    Desean, los padres, que sus hijos sean auténticos cristianos en la tierra y que anhelen llegar al Cielo, lo cual implica una conducta cristiana y sacramental.

·         Petición 3: como esposos.
o  Un día los hijos van a abandonar el seno familiar, por ello es necesario que los esposos cultiven y crezcan en el amor como pareja.
o    La petición de la fidelidad matrimonial: larga vida
o    La petición de la caridad matrimonial: ambiente de paz
o    El fruto que da seguir la voluntad de Dios como pareja: alegría.
o    Esas tres peticiones (larga vida, paz, alegría) son el colofón de la oración dirigida a Dios.

Conclusión:
            Esta oración hecha frecuentemente como pareja da como fruto inmediato el saber lo que esperan los esposos entre ellos, qué desean recibir de Dios, y el recordar lo que como pareja deben de vivir. La repetición de esta oración va cultivando en la pareja un ambiente de oración y de escucha para poder juntos, esposo y esposa, cumplir la voluntad de Dios y saber llevar su cruz en armonía.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Educar ante “Casos de Nulidad Matrimonial”

Hace un par de días me refirieron que en una cena “entre amigas” salió el tema de la “Nulidad Matrimonial”. Algunas de las presentes están divorciadas y desean rehacer su vida con otra posible pareja. Una de las presentes sugirió que realizasen su proceso de nulidad matrimonial para luego casarse por la Iglesia, ante lo cual saltó una de ellas diciendo “¡Olvídate de tramitar tu anulación de matrimonio, pues me han dicho que ese proceso es muy desgastante, que los hijos sufren, que se abren muchas heridas y que no vale la pena! En fin, si estás ahora libre, no le haces ningún mal a nadie volviéndote a casar, sin necesidad de tantos trámites, sé feliz
¿Qué podemos decir ante dicha situación? ¿Qué partes son ciertas, objetivas y verdaderas? ¿Cuáles por el contrario son falsas, subjetivas y relativas?
Oír la voz de la conciencia.
Si estos temas surgen es porque la persona está buscando respuestas. Hay un deseo real y objetivo por reiniciar una nueva vida, sobre todo después del dolor de un divorcio, y nuestro interior se pregunta ¿Qué hago? ¿Qué es lo correcto?
Por lo tanto la primera reflexión, y a mi modo de pensar la más importante, antes de tomar una decisión formal es esencial el informar a la conciencia, acercarse a quien posee información veraz sobre el tema y expresarse, y ser escuchada.
El tema es muy delicado, reiniciar una nueva vida con otra persona. Por lo tanto no es indiferente la decisión a tomar ni las consecuencias personales, familiares y hacia los propios hijos que esto pueda implicar.
Oficinas del Obispado.
En los casos de nulidad matrimonial hay personas expertas sobre dichos temas. El Obispo de la diócesis pone a disposición a unos sacerdotes especializados sobre los casos de “nulidad matrimonial”. Se les puede encontrar en las oficinas de la “Curia Episcopal”, que de modo ordinario se encuentran estas oficinas muy cercanas a la Catedral.
En la Curia Episcopal le pueden proporcionar al interesado el nombre del sacerdote responsable de los casos de anulación, y después pedir una primera cita con él.  
·         Esta cita es gratuita
·         Las partes deben estar ya formalmente divorciadas.
·         Y no es necesario que estén presentes los dos implicados (esposo y esposa), basta que uno de los dos pida ser recibido ante dicho sacerdote.
Objetivo de la Cita con el Sacerdote encargado.
El objetivo de esta cita es muy sencillo
·         Que el sacerdote después de escuchar al interesado le diga: “Según las características de su caso veo que SI existen indicios objetivos para pedir e iniciar un proceso de anulación”
·         O por el contrario, que el sacerdote pueda decir: “Le recomiendo NO iniciar un proceso de anulación matrimonial, no veo indicios objetivos para pedirla, aunque usted es libre de hacerlo. En este caso tal vez usted vea heridas sus esperanzas y sus ilusiones al no obtener al final del proceso un visto positivo. Vea por lo tanto el expresar sus anhelos de amar a través de sus hijos y familiares más cercanos. Incremente su vida de oración y pida a Jesucristo el incrementar su amor hacia Él”
Signo de esperanza y serenidad.
La persona que actúa así, y esto no debe llevar más de dos meses, podrá después de escuchar la voz del sacerdote, tomar una decisión más formal.
Está claro que la decisión la toma la parte interesada. El sacerdote deja actuar libremente al interesado. Ciertamente los casos de nulidad matrimonial llevan un proceso largo, más de dos años, antes de recibir un aval formal. Pero al menos la primera cita permite al interesado saber si inicia este caminar.
Aspectos por los cuales se puede pedir la nulidad matrimonial.
A este punto, considero que es importante saber cuáles son algunos de los puntos que la Iglesia considera importante para tomar una decisión de nulidad matrimonial.
La siguiente sección está divida en dos partes, una corresponde a vicios por entendimiento, y la otra a vicios por consentimiento (o voluntad). Se mencionan los aspectos académicos y se coloca un ejemplo práctico, con el fin de hacer más educativo este ensayo.
Me permito poner esta conclusión antes de pasar al desarrollo siguiente, con el fin de no perdernos en los ejemplos: Delante de Dios es importante encontrar toda solución, pedir consejo a los miembros de la Iglesia que son sus sacerdotes, y desear por encima de todo el mantener la amistad con Cristo por medio de la Eucaristía. El “arrejuntarse” o “vivir segundas nupcias” sólo por el civil puede dar tranquilidad humana, pero la experiencia es que espiritualmente no se logra estar tranquilo.
Desarrollo de los “Vicios ante la nulidad matrimonial”
La nulidad matrimonial quiere indicar que hubo unos “defectos” en el aspecto “del intelecto” o “de la voluntad” que provocaron que el matrimonio no fuera válido. Por lo tanto lo que hace la Iglesia es verificar si estos “defectos existen”, y si efectivamente existen proclama “este matrimonio es nulo”, es decir, no existió, y por lo tanto las partes interesadas deben saberlo.
Defectos de carácter intelectual. Vicios del entendimiento
Seis son los vicios del entendimiento que señala el Derecho Canónico
1.      Dolo: Uno de los contrayentes es engañado con la intención de que consienta. El dolo afecta directamente la inteligencia en cuanto que yerra y la voluntad consiente engañada. Siempre implica la intención deliberada de engañar, de mala fe, para obtener el consentimiento matrimonial.
a.       Por ejemplo: no se le dijo a la novia que antes de casarse se tenían otros hijos, o que se poseía una enfermedad hereditaria, o que solamente deseaba tener un hijo y que los otros sería rechazados u abortados (no apertura a la vida). Es de las más fáciles de detectar y por lo tanto de pedir anulación matrimonial.
2.      Falta de suficiente uso de razón (c. 1095, 1) Dice el canon que “son incapaces de contraer matrimonio… quienes carecen de suficiente uso de razón.” Para que el matrimonio sea celebrado válidamente se ha de contar con el uso de razón proporcionado al acto de consentir el matrimonio. No es necesario que el sujeto tenga una enfermedad psíquica, basta que al momento de consentir carezca del suficiente uso de razón.
a.       Por ejemplo: La falta del suficiente uso de razón puede venir de una causa externa, circunstancial o momentánea, como por ejemplo, un trauma, el uso de alcohol o de drogas, etc.… o por estar loco, enfermo mental (previo al matrimonio, no durante)
3.      Grave defecto de discreción de juicio acerca de los derechos y deberes esenciales del matrimonio (c. 1095, 2) Es una especie de inmadurez para consentir el matrimonio. Tiene como causa una psicosis, una neurosis o un desorden de personalidad. Se distingue de la ignorancia (ausencia total del conocimiento), de la inadvertencia (ausencia de conocimiento en ese momento) y de la no percepción (la inteligencia no toma contacto con el objeto) ya que puede coexistir con la realidad.
a.       Por ejemplo: es muy común ver que una persona aunque esté casada sigue viviendo como soltera, y esto lo hace por varios años, de ahí se concluye que ese sujeto no supo a qué se comprometió. Se verifica por una serie de comportamientos, siendo una actitud interna su manifestación se debe exteriorizar.
b.      Las relaciones interpersonales, entre las que destaca el amor conyugal, son el objeto directo de la discreción del juicio. Por ejemplo: me caso ahora contigo, pero si surge otra posibilidad me divorciaré de ti. No hay un deseo verdadero de perseverar matrimonialmente, se sigue frecuentando a ex novias, confidentes…
4.      Imposibilidad de asumir las obligaciones esenciales del matrimonio por causas de naturaleza psíquica (c 1095, 3)
a.      Diferenciar entre asumir y cumplir. Solo se pueden asumir las obligaciones que puedan ser cumplidas.
b.      La imposibilidad de asumir se extiende a todas las causas que entran en las enfermedades mentales en su significado más amplio. Esta imposibilidad, presente en el momento de consentir, incapacita para emitir un consentimiento matrimonial válido.
                                                  i.      Por ejemplo: Las causas de naturaleza psíquica que más se invocan actualmente son: la homosexualidad total, el transexualismo y otras anomalías sexuales o psico-sexuales, el narcisismo, el alcoholismo, la tóxico dependencia, el sadismo, el masoquismo, la indiferencia, negligencia o prepotencia insolente hacia el cónyuge, la introversión que llevan a la incomunicación, es decir, la incapacidad para la comunión interpersonal
c.       Objeto de la imposibilidad. El asumir las obligaciones y los derechos esenciales de darse y aceptarse mutuamente en un consorcio de toda la vida.
5.      Ignorancia: Nadie puede consentir si ignora el objeto de su consentimiento. Son cuatro las circunstancias que los esposos no pueden ignorar:
a.       Que el matrimonio es un consorcio permanente. Es una institución estable, no puede terminarse cuando las partes lo crean conveniente.
b.      De naturaleza heterosexual.
c.       Ordenado a la procreación.
d.      Se necesita de cierta cooperación sexual. Los esposos no deben ignorar que la procreación implica, al menos, cierta colaboración de los cuerpos.
6.      Ante el “Error”, el matrimonio es nulo.
a.       Error acerca de la persona. Si el error recae sobre uno de los contrayentes.
b.      Error acerca de una cualidad de la persona: esa cualidad se pretende de modo directo y principal.
c.       Error acerca de las propiedades esenciales del matrimonio y de la dignidad sacramental del mismo.

Facultad de la Voluntad: Vicios del consentimiento
El consentimiento es un acto específico de la voluntad. Pero es cierto que la voluntad no puede desear nada, si antes no ha sido percibido por la inteligencia.
El consentimiento ha de ser manifestado legítimamente, es decir, conforme la fórmula canónica y con la intención de contraer matrimonio. Los vicios del consentimiento como causas de nulidad matrimonial, han de estar presentes en el momento de consentir.
Tres son los cánones del Derecho canónico que se refieren al vicio del consentimiento.
        1.      C. 1101. Simulación o exclusión que provocan un matrimonio nulo.
a.       La simulación consiste en declarar externamente que se quiere una cosa, mientras que en lo íntimo de la voluntad no se le quiere. (Es una de las causas más comunes en matrimonios jóvenes actualmente, se percibe al darse el divorcio después de 1 ó 3 años de casados)
b.      La exclusión requiere un acto positivo de la voluntad. Se pueden excluir del consentimiento matrimonial las propiedades esenciales del sacramento, la sacramentalidad del mismo o cualquiera de sus fines. Por ejemplo: como novio vivo la Fe, pues sé que sino la novia no me va a aceptar, pero interiormente sé que una vez casado dejaré de ir a Misa y a cumplir con los datos de Fe, y esta convicción no la he externando a la pareja.

2.      C. 1102. Condición: se trata de una convención o pacto unilateral. No implica la aceptación de la otra parte. Es una circunstancia añadida al consentimiento matrimonial. El consentimiento existe condicionado, pero el matrimonio es nulo. Por ejemplo: “Interiormente digo, permanezco contigo mientras las cosas vayan bien, sí empiezan mal me separo!!!”
3.      C. 1103. Miedo grave o violencia proveniente de una causa externa.
a.       El miedo influye negativamente en el consentimiento, limitando la libertad y la voluntariedad del contrayente. Basta que el miedo sea grave, inferido externamente y que entre la intención de quien lo sufre y su consentimiento exista nexo de causalidad para que sea causa de nulidad matrimonial. Por ejemplo: el que se casa obligado por haber embarazo a la novia, o los padres obligan a la hija por estar embarazada. No se quiere quedar mal ante la sociedad; en el fondo los novios quisieran aún no casarse.
b.      La violencia anula totalmente la voluntad. El contrayente no goza de plena libertad

Finalmente, la liturgia o "Forma" del sacramento debe ser respetada. Esto quiere decir que no se debe cambiar el escrito aprobado por la Iglesia para la administrar el sacramento. Cambiar la Forma litúrgica del matrimonio es causa de nulidad (forma canónica)
Por lo tanto el sacerdote debe cumplir con todos los requisitos previos al matrimonio: verificar que las personas estén bautizadas, que el sacerdote que celebrará el matrimonio tenga "la delega". De no cumplirse estos detalles el matrimonio también será nulo.

domingo, 15 de septiembre de 2013

Llamados a ser Santos!!!

¿Cómo puede el laico vivir su santidad en el mundo de hoy?

La invitación de Cristo a la santidad va dirigida a todo bautizado y hombre de buena voluntad. “El llamamiento del Señor Jesús «Id también vosotros a mi viña» no cesa de resonar en el curso de la historia desde aquel lejano día: y se dirige a cada hombre que viene a este mundo” (Christifideles Laici: CFL 2)
Ante la situación de pecado y de maldad que viven varias personas, y que provocan ambientes de egoísmo, de relativismo y de alejamiento de Dios viene el reclamo a no estar ocioso o desocupado ante la necesidad espiritual de tantas personas. El cristiano ante dichas circunstancias debe “tomar parte activa, consciente y responsable en la misión de la Iglesia” (CFL 3), de este modo cumple en un modo ordinario su camino de santidad.
La manera en que los laicos están llamados a influir del mensaje evangélico en la sociedad, de modo específico es tratando las realidades temporales y ordenándolas según Dios. (CFL 9). Esto indica que lo propio del laico es santificarse dentro del medio ambiente que le rodea, siendo así luz en medio de las tinieblas.
La exhortación Christifideles Laici, escrita por su Santidad Juan Pablo II, indica que “la vocación de los fieles laicos a la santidad implica que la vida según el Espíritu se exprese particularmente en su inserción en las realidades temporales y en su participación en las actividades terrenas” (CFL 17), luego ¿cuáles son este tipo de realidades temporales y terrenas en las que puede vivir su santidad en el mundo de hoy?
Personalmente presento cuatro circunstancias en las que el laico puede y debe santificarse, acomodando las circunstancias a los tiempos, lugares y talentos de cada seglar:
1) En la vida parroquial.
Encontrando un guía espiritual que le ayude a encontrar la voluntad de Dios. Participando en jornadas de evangelización. Acudiendo a grupos de oración y/o de adoración eucarística.
La acción de los laicos “es tan necesaria, que sin ella, el mismo apostolado de los Pastores no podría alcanzar, la mayor parte de las veces, su plena eficacia” (CFL 27) Por ello participando activamente en las actividades litúrgicas de su propia comunidad: Misas, rezo del santo oficio y del rosario, procesiones, peregrinaciones, voluntariados, campamentos de verano, fungiendo como catequista, como ministro de la Eucaristía, y visitando a los enfermos. La colaboración puede ser a nivel personal o a nivel grupal. (CFL 33)
2) En el ambiente familiar.
La familia es llamada por el Concilio Vaticano II como la “Iglesia doméstica”. Es en el hogar donde se engendran, crecen y maduran las virtudes cristianas y los buenos hábitos. Los esposos por tanto han de vivir la fidelidad matrimonial, deben defender el derecho a la vida y ayudar a promover la dignidad de la persona. (CFL 37)
Es dentro de la familia donde se vive el primer campo del compromiso social (CFL 40). La familia es por antonomasia la escuela de las virtudes sociales, por ello los padres de familia pueden también promover, participar o crear escuelas, universidades y hospitales católicos, dirigir Clubes juveniles a nivel escolar o parroquial.
3) En el ambiente laboral.
Gran parte del tiempo el hombre lo pasa trabajando, buscando su propio sustento para la casa, el vestido y los alimentos. Debe aprovechar ese tiempo para santificar su trabajo. Su arma de combate para afrontar la batalla es la caridad.
La vivencia de la caridad y del amor al prójimo son signos propios del cristianismo. En mi prójimo vive Cristo y es a Cristo a quien sirvo a través de mi hermano, de ahí nace la solidaridad y el amor fraterno como fuente de la santidad. (CFL 41)
En el trabajo se debe ser: honesto, veraz, detallista, esforzado. Cada jornada de trabajo se debe ofrecer al Señor y se ha de predicar con el testimonio de vida, y cuando sea posible también con el diezmo para la Iglesia.
4) En el ambiente social.
Se debe buscar apoyar los apostolados hacia los pobres y necesitados, como: orfanatorios, asilo de ancianos, entre otros.
Otro modo de evangelización está en los medios de comunicación social y de imprenta: por medio de redacción de folletos, revistas o incluso la promoción de librerías católicas en las que se promueva la doctrina social cristiana; esto llevará a un influjo en la cultura y medio ambiente. (cfr. CFL 44)
La santidad también pasa por influir de modo honrado y tenaz a través de la vivencia en la política y en los medios de influencia económico-social. “El servicio a la sociedad por parte de los fieles laicos encuentra su momento esencial en la cuestión económico-social, que tiene por clave la organización del trabajo”. (CFL 42-43) Así como ayudando y promoviendo actividades hacia los enfermos y los que sufren (cfr. CFL 53)
Conclusión
Se debe aprender a trabajar en equipo. “Dos personas piensan más que una”. Los seglares deben unirse en la lucha por ser santos. Deben aliarse espiritualmente con un sacerdote o guía espiritual. La formación de los laicos implica que alguien les ayude a ser santos. En este sentido es hermoso el número 23 de la exhortación apostólica Christifideles Laici que dice:
La misión salvífica de la Iglesia en el mundo es llevada a cabo no sólo por los ministros en virtud del sacramento del Orden, sino también por todos los fieles laicos. En efecto, éstos, en virtud de su condición bautismal y de su específica vocación, participan en el oficio sacerdotal, profético y real de Jesucristo, cada uno en su propia medida.”

Por lo tanto, cada uno en su propia medida, ayudémonos a ser santos y construyamos unidos la Civilización del Amor y promovamos la Cultura de la Vida.


domingo, 8 de septiembre de 2013

Educar en la “Castidad”

“Bienaventurados los puros de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt 5,8)
La virtud del pudor, de la modestia, de la castidad se aprenden en el hogar: "Bienaventurados los puros de corazón"

El fruto de la castidad es la frescura para poder ver a Dios: el puro de corazón verá a Dios.

Dice Tomás de Kempis en la "Imitación de Cristo": "ventana del alma son los ojos, ¿con qué los alimentas?" La castidad tiene atención de lo que vemos, de lo que pensamos, de lo que sentimos, y son estos algunos de los campos en los que los padres de familia deben trabajar de modo positivo en sus hijos.

Por lo mismo es muy importante que los Padres de familia valoren a sus hijos la virtud del pudor, de la modestia, de la castidad. Es en las primeras etapas del crecimiento infantil, donde los papás deben empezar su trabajo hacia los hijos en esa virtud específica; y en las etapas de la adolescencia y juventud, los papás deben continuar con más delicadeza su trabajo de formación en este campo.

El pudor nos lleva a cuidar y a respetar nuestro cuerpo y el del prójimo.
La modestia es la sana elegancia en el vestir y en el hablar.
La castidad es la virtud hecha vida en el campo del amor y la sexualidad.
Algunos medios prácticos que los padres deben infundir en sus hijos para que vivan la castidad:

En el campo humano.
A. Con el propio cuerpo: Enseñar la virtud de la higiene personal, de la ducha diaria y el hábito de usar ropa limpia. Cabello aseado y uñas limpias. Orden en el propio cuarto y nunca salir de casa sin que hayan hecho sus camas. Aprender o especializarse en algún deporte o en tocar algún instrumento musical. Todo esto contribuye al dominio personal y a forjar una disciplina interior.

B. Con el trato dentro de la familia: el respeto entre hermanos de diverso sexo, que tengan sus cuartos independientes, usar la pijama al ir a la cama y la bata si no se van a dormir los hijos inmediatamente. Evitar las palabras obscenas y el "doble sentido". Educar a los hijos para que sepan usar bien su tiempo, evitar los tiempos de ocio y el uso excesivo de los medios electrónicos, cuidar las lecturas de los hijos, el uso del internet y el tipo música, desconectar el Wi-Fi en las noches, tener espacios para compartir la TV en familia y evitar en los cuartos la instalación de televisores.

C. Con el trato hacia los demás: Conocer las amistades de los hijos así como a los padres de ellos. Enseñar a saludar con respeto a las personas del sexo opuesto. Evitar los juegos bruscos entre personas de sexo opuesto. En periodo de noviazgo: evitar hacer cosas a escondidas, o ir a lugares oscuros o desconocidos, comunicación recíproca para evitar actos sexuales.

D. El ejemplo y testimonio de los Padres de familia y de sus amistades: Exhortar de diversos modos a los hijos para que aprendan a sacrificarse y a ser dueños de sí mismos, por ejemplo: que sepan comer de todo, que no salgan a jugar antes de haber terminado la tarea, que sean fieles a la palabra dada.


En el campo espiritual.
A. En mi trato con Dios. Enseñar a los hijos a rezar, frecuentar la Iglesia, elaborar oraciones espontáneas. La vivencia de la castidad nace de un profundo amor y respeto a Dios, y este santo temor de Dios se aprende en el hogar.

B. En la imitación de Cristo para los varones. Hacer un esfuerzo por pensar, sentir y actuar como Cristo. Que los papás exhorten a sus hijos a tomar como referencia a Jesús, con preguntas como esta “¿Qué haría Cristo en mi lugar?”.

C. En la imitación a la Virgen para las mujeres. La virgen María también fue hija, hermana, novia, esposa, madre. Ella sabe lo que es amar y lo que implica el dolor para amar. Las madres deben inculcar a sus hijas la imitación de la Virgen, en modo particular en lo que respeta al campo de la castidad y sexualidad.

Conclusión.
Un alma sencilla y pura es más propensa a estar abierta a los dones del espíritu, es decir, a entrar en contacto con Dios. Una persona que práctica la castidad es una persona que cree en el amor y que por tanto práctica la caridad, símbolo del cristianismo, de un modo más sencillo y espontáneo. Finalmente las almas castas aprenden a través del dominio personal a sacrificarse y a formar su voluntad, herramientas necesarias para el ejercicio de cualquier trabajo y del éxito personal.

De ahí podemos ver que los frutos inmediatos del trabajo en la castidad nos proporcionarán: la facilidad de ver a Dios, de rezar, de ayudar a los demás, y de ir forjando virtudes para perseverar en los propios proyectos de vida.