¿Quién es el “Primer amor” dentro del matrimonio?
Es una pregunta que como Sacerdote suelo hacer a los matrimonios a los que entrevisto, o cuando tengo dialogo de formación con algún adulto casado.
Curiosamente no siempre me responden correctamente en la primera ocasión. Me dicen: “mi primer amor es Dios… “ o “mi primer amor son mis hijos…” Ambas respuestas son incorrectas, y se los hago saber al interesado.
El “primer amor” en el matrimonio es la pareja: el esposo o la esposa.
Varias causas de infidelidad llegan cuando se olvida “el primer amor”, se da mayor importancia a los hijos, al trabajo, a las ocupaciones del día a día, y sin darse cuenta el contacto con el “primer amor” se enfría. En ocasiones es tan sutil este enfriamiento que no se dan cuenta inmediatamente las parejas de que su amor está sufriendo un cambio de temperatura negativa.
Si se pasa más tiempo en el trabajo, si se convive más con la secretaria o el personal femenino, etc. entonces ¿será fácil que el esposo se mantenga fiel?
Si toda la atención es hacia los hijos, si no existe la comunicación frecuente con el esposo, si falta la retroalimentación de pareja, me pregunto ¿será fácil entonces perseverar en el matrimonio?
¿Porqué escuchamos que algunos matrimonios después de 20 ó más años de casados se divorcian? La razón es simple (en cierto modo). En ocasiones los hijos se casan o dejan el hogar, se independizan, en ese momento la pareja vuelve a estar a solas como cuando se casaron. Si no hubo un crecimiento en el amor, entonces la pareja resulta un desconocido, y ¿quién quiere vivir con un desconocido…? Si se deja de alimentar el “primer amor”, entonces es claro que tarde o temprano la infidelidad o el divorcio se presentarán.
¿Qué hacer para crecer en el amor entre pareja sin descuidar hijos y trabajos?
1. Pasar una cena a la semana a solas con tu pareja. Manda a tus hijos con los tíos o con los abuelos. Pero cultiva un momento para estar con tu “primer amor”. No es la cantidad del tiempo sino la calidad.
2. Pasa un día entero al mes a solas con tu pareja. Toma el carro en la mañana y regresa con él hasta en la noche. O simplemente toma el autobús y piérdete con el buena parte del día. Este hecho una vez al mes ayudará a conocer los objetivos que se buscan como pareja.
3. Pasa una noche fuera de tu casa con tu pareja una vez cada seis meses. Intimidad y confianza. Esperar con ilusión estas salidas con tu esposo o esposa. Ya habrá otros momentos para hacerlo con los hijos.