Como Sacerdote en diversos momentos he encontrado a
matrimonios con distintas dificultades, algunas de estas normales en todo
proceso de crecimiento y maduración familiar, otras dificultades por el
contrario no están en sus expectativas, como el hecho de no poner engendrar un
bebé.
La vida es un don, y la vida de un niño es un gran tesoro y
bendición para una pareja. Por ello mi corazón sacerdotal se siente muy
intranquilo cuando no encuentro palabras suficientes para animar desde la fe y
la esperanza a estas jóvenes parejas que no logran tener bebés.
Estas parejas jóvenes están abiertas al don de la vida,
ellas desean mostrar su amor a la sociedad por medio de los hijos, ellas
quieren construir la civilización del amor y ser unas familias santas. Luego
¿cómo ayudarles? ¿qué decirles? ¿cómo mostrarnos cercanos? Estas preguntas y
estas respuestas llevo meses dándole vueltas a la cabeza.
La petición del “don de una nueva vida” es una gracia muy
especial, Dios quiere seguir bendiciendo a cada familia, y por ello no se
contradice.
La oración de petición nos debe llevar a conocer y aceptar
la voluntad divina: sea por
medio de la llegada de un bebé al hogar, sea facilitando los medios para una
adopción, sea aceptando la voluntad de Dios en cuanto no lleguen bebés al hogar
y que se nos dé la fuerza de encontrar un apostolado para tener hijos
espirituales (como es el caso de los matrimonios que imparten catequesis).
La Santísima Virgen de Guadalupe es la Patrona de los
Embarazos, sea para que estos lleguen, sea
para que el bebé nazca bien. Su fiesta se
celebra el 12 de diciembre, y la festejamos como Madre y Emperatriz del
Continente de América, así lo dispusieron los Obispos de América al inicio del
año 2000 en un sínodo delante de S.S. Juan Pablo II.
En honor a la Virgen de Guadalupe invito a las parejas que desean
tener hijos a rezar durante 9 meses, los días 12 de cada mes:
- El Santo Rosario
- Confesarse en ese día
- Asistir a Misa y comulgar
- Como pareja pedir la gracia particular, a Cristo-Eucaristía y a la Virgen de Guadalupe, de permitirles tener un bebé y de aceptar con todo el corazón la voluntad santísima de Dios
Esta oración no deseo que sea una “Novena” más, deseo que
sea un periodo de conversión y de transformación para la pareja. Que durante 9
meses el matrimonio crezca en su vida espiritual, en su diálogo común, y en el
conocimiento biológico de sus personas (por medio de consultas con médicos
especializados en el tema).
Siendo una intención muy especial considero que no bastan 9
días de oración, sino 9 meses de oración. Escogí 9 meses pues es el tiempo que
tarda un bebé en nacer. Por ello invito al mayor número de personas
a que se agreguen a esta oración: rezar el santo rosario los días 12 de cada
mes.
Acompañemos con nuestra oración, sacrificios y ayunos a estos
hermanos nuestros que sufren al no poder ver incrementado su hogar con la
llegada de un bebé. Cuento con sus oraciones mensuales!!!
S.S. Juan Pablo II afirmaba constantemente "Familia
que reza unida, permanece unida". Estoy convencido de que la
Virgen de Guadalupe intercederá por esta bella petición ante su hijo Jesucristo,
más aún cuanto es algo hermoso: el don de una nueva vida.
Por mi
parte me comprometo, como sacerdote:
- A ofrecer mi santa Misa, los 12 de cada mes, por estos matrimonios jóvenes para que tengan bebés y para que sepan aceptar la voluntad de Dios
- A rezar mi Rosario ese día por ellos
- A cumplir ese día en ayuno y oración por dicha intención
- A promover entre amigos, conocidos y sacerdotes esta “Novena mensual"
Les
pregunto:
- ¿Quiénes de ustedes pueden ofrecer su rezo del Rosario por esta intención los días 12 de cada mes?
- ¿Estarías dispuesto a hacer otro tipo de oración por dicha intención?
- ¿Puedes ofrecer el abstenerte de un alimento, de una diversión, u hacer otro sacrificio en beneficio de estas parejas jóvenes?
Les comparto tres testimonios de parejas que se encomendaron
a la Virgen Santísima:
1. Mamá mexicana: “Tu sabes que a
nosotros después de 5 años de espera la Virgen de Guadalupe nos entregó a Ale
en la Basílica. Te acompañaré con el Rosario cada día 12 por esas mamás. Un
abrazote” (María Eugenia Cobos)
2. Desde Venezuela: “Este es el mejor método para tener
bebe. La Virgen nunca falla en el pedido a su hijo y el como buen hijo la
complace” (Guiomar María Bereciartu) Los primeros años de su matrimonio los hijos no
llegaban. Hizo una peregrinación al santuario mariano de la “Virgen de Coromoto”
y ahí le ofreció a la Virgen el consagrar a sus hijos. Actualmente tiene 2
hijos varones seminaristas en la Congregación de los Legionarios de Cristo.
3. Mamá mexicana, madre de una niña de 7 años: “En mi
experiencia así lo fue, después de esperar años y ver a infinidad de
especialistas, se lo pedí a la Virgen de Guadalupe y me lo concedió, cuando
médicamente no era posible” (Mary Tere
Rodriguez)
Invito también a estas parejas a que pidan por sus doctores y
especialistas, a fin de que ellos puedan también encontrar los indicios
o dificultades para poder quedar embarazadas.
La Iglesia está a favor de las terapias y cirugías a favor del embarazo: corregir los trompas de Falopio,
vitaminas para irregularidad en la progesterona o en la velocidad del esperma,
mover el óvulo para que pueda ser fecundado, acercar el esperma –por medio de
tubos– a la zona vaginal (esperma que es recogido después del acto conyugal).
Las terapias
de fecundación deben ayudar a completar el acto conyugal, y por lo tanto la ciencia no debe sustituir el acto
conyugal. Esto puede ser tema de otro blog,
pero basta tener claro cuál es el principio que la Iglesia nos propone.
Les agradezco sus atenciones y le mando mi bendición y la
seguridad de mis oraciones.
Si deseas que te agregue en mi Misa de los días 12:
anota en el comentario del blog el nombre de la pareja, dejo a tu discreción si
deseas escribir el apellido, en la economía de la salvación Dios sabe quiénes somos
nosotros